sábado, 19 de marzo de 2016

LA UTILIDAD DE LA CULPA


LA UTILIDAD DE LA CULPA

En ocasiones me lo comentan, "Es que Carlos, a veces la gente no quiere hablar contigo, porque generas culpabilidad." "Tienes razón, pero es que somos culpables". 

Lo siento por crear culpabilidad, pero no me siento culpable por ello. Porque somos responsables. Eres responsable y soy responsable. Somos culpables. Soy culpable, eres culpable. 

Hoy en día la tecnología nos coloca en una situación de libertad de la que Fromm ya nos explicó cuanto podemos llegar a aborrecer. Y es que tener responsabilidad puede llegar a sentirse bastante mal. Actualmente, tenemos el poder de transformar activamente nuestra sociedad, de decidir si queremos promover la mediocridad o la profesionalidad, si queremos seguir a un youtuber de lo absurdo o un canal de documentales revitalizador. Podemos elegir entre formar parte de la solución, o agravar el problema.

El mundo se desarrolla y cada vez somos más los que tenemos acceso a una educación mínima, e incluso superior. Somos personas cuyas necesidades básicas han sido cubiertas de manera más que suficiente (casa, agua potable, y una fuente de alimentos prácticamente inagotables). Pero no somos la mayoría, ni mucho menos.


Solo hay que ver videos como este para darse cuenta de lo podrido que está el mundo. De como una minoría excesivamente afortunada puede disfrutar de unos derechos y servicios básicos. Y no hablo del uno por ciento que posee el 50% de la riqueza (que son caso aparte) , hablo del occidental medio, el de gastos superfluos y lujos ocasionales. Somos tremendamente irresponsables, y en parte es por la evitación que estamos desarrollando hacia la culpabilidad.

En la actualidad, estoy asistiendo a un curso de autoestima que está revirtiendo en beneficios secundarios como el desarrollo de la empatía y los sentimientos de compasión hacia aquellos que no se sienten bien con uno mismo, situación que a veces, me cuesta imaginar. El caso es que, con toda la mejor intención del mundo, la psicóloga del curso explicó que la culpabilidad es una emoción negativa de la que tendríamos que deshacernos. Un sentimiento que, sorprendentemente y al contrario de todos los demás, no es nada útil.

(Entiendo que en un grupo afectado por problemas de empatía, la auto flagelación causada por la culpabilidad puede ser muy perniciosa. Pero a nivel comunitario el rechazo de la culpa puede revertir en un mundo orwelliano donde cada uno intente garantizar no ya su existencia, sino sus más que prescindibles lujos, a costa del bienestar de los demás.)

En cualquier caso, me parece tan extraño oír semejantes afirmaciones de una psicóloga que, obviamente y al igual que el resto de sociedad académica occidental respetable, está educada dentro de los principios de la Teoría de la Evolución. ¿Cómo que todas las emociones son útiles y adaptativas menos la culpa? Obviamente sentirse culpable no es cómodo, pero de ahí a decir que es inadaptativo.... Puede que sea un poco difícil imaginarse como sentimientos tan intensos de autodestrucción pueden de alguna manera hacernos más adaptativos al entorno. Pero, ¿por qué no?

Vamos a ver, si nuestras almas/seres/espíritus no están todavía lo suficientemente desarrollados como para actuar siguiendo instintos y motivos altruistas y afiliativos, quizá nuestras mentes, a través de la culpa, deban obligar a nuestro organismo a hacer lo mejor para resto de seres humanos. O al menos, hacernos sentir mal cuando sabemos que no lo estamos haciendo.

Además, no me gustaría que la sabiduría oriental que con tanto ímpetu y arrojo entra en nuestra sociedad fuera malinterpretada. No me gustaría pensar que la gente se toma al pie las filosofías intra-personales del Dalai Lama o de Laozi, y opta por sentirse internamente bien en una sociedad que enferma exponencialmente. Me duelen mis palabras, pues me considero un ferviente promotor de la sabiduría oriental.

Estos modelos de intervención intra-personal han sido diseñados en culturas caracterizadas por el colectivismo. Puede resultar paradójico pensar que en una cultura colectivista predominen los mecanismos de control intra-personal (internos) por encima de los interpersonales (externos). Pero resulta obvio si se mira desde otro punto de vista: la necesidad del sacrificio de la opinión y el valor individual como mecanismo para conseguir la tan ansiada armonía de la comunidad.

Sin embargo, en una sociedad competitiva y capitalista como la nuestra, donde el papel del individuo está muy por encima del valor del grupo social; donde el egoísmo es una condición para el éxito personal, en vez de considerarse un precursor del fracaso como sociedad; donde lo privado es más respetado que lo público, desarrollar herramientas de mejora intra-personal sin haber creado antes una responsabilidad social y un sentimiento de comunidad puede suponer peligrosas consecuencias.

(Des) afortunadamente soy de los optimistas que cree que todos los caminos conducen a Roma, y que desarrollando estas técnicas intra-personales podemos ser capaces de activar un espíritu anti-consumista, anti-materialista, igualitario y motivado por una moral altruísta. Sin embargo, no me agradaría que la competitividad del mercado utilizase herramientas como la meditación y el yoga para potenciar la productividad de sus trabajadores.

Porque, en un sistema donde los derechos laborales y humanos han sido conquistado e implantados es muy bonito utilizar técnicas de autocontrol para regular los pequeños ups-and-down del día día. Pero a los trabajadores de china, históricamente colectivista, no les vale ni saquera la meditación, y optan por saltar por las ventanas de las fábricas como estrategia de autodefensa.




Las compañías como Apple, para no perder operarios, optan por encerrarlos en edificios en los que tienen que pegar una diminuta pieza de hardware 3.200 veces a lo largo del día.

Por lo tanto, coincidiendo con algunas de las religiones mayoritarias de occidente, abogo por un fomento y desarrollo de la culpabilidad humana.

Así que, intenta no mirar para otro lado, auto-engañarte o apreciar como todos los sentimientos negativos que broten en tu mente van desapareciendo poco a poco... Cuando realices alguna conducta que sabes, porque lo sabes, que no es correcta está bien que te sientes un poco incómodo. Intenta no auto-justificarte cuando fumes, y asumir que estas destruyendo tu salud y la de los demás, al mismo tiempo que derrochas fondos públicos. Intenta no dejar marchar las sensaciones desagradables que te puedan asaltar la próxima vez que vayas a Zara a comprar ropa que sabes, porque lo sabes, que ha sido fabricada por niñas en Bangladesh. Lo pone en la etiqueta, así que trata de mirarla más a menudo. Intenta no pensar que tienes alternativa cuando la tienes, porque la tienes, y lo que pasa es que no la quieres saber. Adaptarse a la norma social es más fácil y cómodo. Intenta no pensar que comer en un restaurante que paga a sus empleados menos de 4 euros la hora no es tan grave porque sabes, porque lo sabes, que estás promoviendo un sistema que esclaviza a seres humanos. Intenta no pensar que el ser humano necesita comer carne porque probablemente sabes y habrás oído, que el consumo de carne occidental es completamente insostenible. Intenta no pensar que por dejarte una luz encendida no pasa nada, porque sabes, porque lo sabes, que el despilfarro energético es irrisorio.

La vida es un conjunto de grises en la que nada es blanco ni es negro. Soy consciente del grupo enorme de personas que podría criticarme cada uno de mis argumentos con datos sobre los impuestos que el consumo de tabaco recolecta, las oportunidades que el libre capitalismo ofrece a las poblaciones de países en vías de desarrollo, la extensa oferta de empleos para poblaciones sin titulación académica, la inherente libertad del consumidor a la hora de elegir productos y bienes, la imposibilidad de aprovechar o almacenar la energía que se produce de una manera eficiente.

Puede ser, quizá hasta tengan razón. Pero yo, por lo menos, me siento mejor haciendo lo que entiendo como correcto. Siendo moral, no sintiéndome culpable. Lo sé, no es fácil, requiere mucho esfuerzo, mucha constancia. De hecho, requiere un esfuerzo activo y consciente, persistencia de día tras día, hasta crear el hábito. Pero sienta bien.

Aún sabiendo que no soy perfecto, sienta bien saber que hago todo lo que puedo por no sentirme culpable. Sienta bien ver que mi botella es de cristal y no de plástico, que bebo agua del grifo, que apago la luz siempre que lo recuerdo, y que cuando lo olvido me culpabilizo; sienta bien saber que intento ser lo más profesional posible en lo que hago, que tengo la motivación de construir un mundo mejor; que quiero pertenecer al grupo de personas que trabaja por arreglar el mundo en vez de destruirlo activa o pasivamente. Sienta bien saber que combato la mediocridad y valoro la excelencia. Me siento obligado, pues no me gustaría sentirme culpable de nuevo. Porque, en efecto la culpa si tienes una función. Desde mi punto de vista, una función fundamental, la de crear responsabilidad en el individuo. Acatar la falta y el error, e intentar reparar el daño producido.

Así que amigos, me vais a perdonar que no me sienta culpable por haceros culpables, pero me veo obligado. Quiero haceros sentir esta sensación tan perniciosa, esta idea que ataca al ser desde dentro del ser. Pero sí, tú también eres culpable, y espero que lo sepas. Y si no lo sabes te invito a que pienses en la imagen de un niño de tres años con la camiseta roja y el pantalón azul tumbado bocabajo en una playa turca. Porque, aunque al lado de la foto de Aylan que cuelga en la pared de mi habitación haya un post-it que ponga Hope, en cierta manera, yo también he sido culpable de su muerte.

Que hoy os sintáis más culpables que ayer, pero menos que mañana.

Pasad un buen fin de semana.





PD. Y si me sigo encontrando que este post tan racional no convence, estaré obligado a escribir el siguiente post utilizando un poco de emoción e intención paradójica. Así que la próxima ves que veas la foto de un niño congoleño trabajando en una mina de coltan, no te sientas culpable y ve a renovar el IPhone, que Apple ya se encargó de evitar los suicidios de sus operarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario